lunes, 21 de enero de 2008

La Criatura Perfecta

Vimos la Criatura Perfecta. Hay de todo. pero el resultado es desalentador, el rodaje es anarquíco y epiléptico. Quieren mostrar un ritmo trepidante pero tan solo consiguen un totum revolutum sin claridad ni motivos.

Los Vampiros son ángeles buenos que ayudan a los débiles e indefensos humanos curándoles sus enfermedades y creando vacunas. Los Vampiros reciben la sangre de los humanos que éstos ofrecen de forma gratuita en los templos tres días por semanen en pago de los favores recibidos.

Los Vampiros se han vuelto estériles (desconocen porqué causa)y para solventar el problema, realizan un programa de investigación genética que, por error, crea un Vampiro auténtico -nos referimos a los vampiros clásicos del cine de terror. Esta nueva criatura sale a buscar sangre fresca por las calles y con esto rompe el pacto que mantenían ambas razas.

Esta situación se sólo se puede resolver neutralizando al vampiro asesino. Tanto la Policía humana como el hermano del vampiro se aprestan a la misión.

La narración es inconexa y caótica, con tal acumulación de acontecimientos, efectos especiales, movimientos de cámara, que el espectador termina por desear que la pelicula acabe de una vez. Milagrosamente nace un Vampiro y con esto termina la película, amenazando con la posibilidad de que haya una segunda parte. Todo eso en una ciudad, más o menos Londres, con influencias Dickensianas, góticas, etc. Batiburrillo que a todo quiere llegar y a nada alcanza. Además, posee un tinte reaccionario respecto a los riesgos de la investigación genética, causa de todos los males de la película.

El Vampiro bueno se enamora de una policía humana,- sin erotismo alguno- y todo esto aderezado con peleas y persecuciones, en el estilo histérico del director, del que ya hemos hecho mención. Lamentablemente tenemos que decir que es fallida por la confusión, la aceleración y la falta de conexión entre las diferentes escenas.

Valoración:

miércoles, 9 de enero de 2008

Los Ojos del Mal... una más

Los Ojos del Mal (en inglés See No Evil) es una película de terror muy típica/tópica. Aunque está bien rodada y tiene algunos momentos memorables, es una más de la larga serie de películas de asesinos sanguinarios sin mucho contenido ni mucha dedicación.


La duración de la película es, afortunadamente, corta. Con una hora y media no se hace monótona ni lenta, sino que va directamente al meollo del asunto. Es una película que bebe directamente de las clásicas sagas de asesinos en serie que se rodaron en los 80 (estilo Freddy Krueger). Con su justa dosis de humor, que en ocasiones se queda en un "quiero y no puedo", con sus jóvenes descerebrados que mueren de las formas más inverosímiles, con su "sexo=muerte" que es un clásico de las películas de este género.

La película sigue una línea argumental típica: hace unos años, un policía perdió la mano al intentar detener a un asesino en serie que arrancaba los ojos a sus víctimas. Su compañero novato murió durante la operación, y consiguió herir de gravedad al asesino y rescatar a su última víctima con vida (pero sin ojos).

Saltamos al presente, donde el policía manco trabaja de funcionario de prisiones. Recoge a un grupo de presos (edad media: 20 años) tanto chicos como chicas para llevarles, en un experimento piloto, a un viejo hotel destrozado donde trabajarán para restaurarlo. El hotel está a cargo de una viejecita amable, que les informa que las dos últimas plantas están cerradas. A partir de este momento, el asesino arrancador de ojos (que vive en esas dos últimas plantas y se mueve por una serie de túneles secretos) se dedica a espiarles e ir matándoles de uno en uno.



La película adolece de varias carencias. En primer lugar, con una premisa tan tópica, no llega a innovar en nada. Esto hace que sea una más del montón. En segundo lugar, aunque algunas de las muertes tienen cierto componente de humor negro (la activista vegetariana defensora de los
animales es devorada por unos perros callejeros hambrientos a los que había alimentado antes), éste no llega a ser lo suficientemente intenso como para levantar la cinta. Los actores (por llamarlos de alguna manera) no son especialmente buenos ni creíbles, y desde el principio puedes saber quién vive y quién muere (basta con ver qué personaje está más desarrollado que
otro). Aunque en este aspecto hay alguna sorpresa (menor).



Otra carencia importante es que tiene contínuos flashbacks sobre la infancia del asesino. Aunque esto debería darnos una visión de su mente, en realidad sólo sirve como vehículo para la vuelta de tuerca final, que encima resulta algo manida.



Sin embargo, la película no deja mal sabor de boca. Quizás sea por su breve duración (para lo que estamos acostumbrados) o porque el ritmo es muy ágil. Quizás es porque las muertes, aunque poco elaboradas, son lo suficientemente rápidas como para no resultar cansinas. Aunque el asesino (un actor gigantesco que pone cara de palo todo el tiempo) no pasará a la historia del
cine como un clásico, si que da una imagen de inevitabilidad muy de agradecer en estas películas.

Valoración: