lunes, 16 de noviembre de 2009

Halloween, el origen

Nos encontramos ante otro nuevo "remake" de película de terror, tan de moda ahora. Y como el cine de terror está de moda (las crisis es lo que tienen) veremos pronto la segunda parte de esta película y las secuelas (innecesarias) de clásicos como Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street.

En esta película, el director Rob Zombie está más comedido que en sus anteriores películas ("La Casa de los 1000 Cadáveres" y "Los Renegados del Diablo" se centraban también en los asesinos, pero entrando a saco en el gore más desagradable posible), lo que se agradece. Se nota que conoce el original, y que intenta mantenerse fiel a él.

Y para distanciarse un poco de lo innecesario de algunos "remakes" (Halloween es y será siempre un clásico del terror), intenta darle una vuelta de tuerca, contándonos los inicios del asesino Michael Myers.


Y así podemos dividir a la película en tres fases diferentes. La primera nos muestra la infancia de Michael Myers, contándonos cómo vive en una familia totalmente desestructurada, siendo a su hermana pequeña a la única persona a la que aprecia. Todo fan del cine de terror sabe en lo que se convierte Michael, y Rob Zombie juega con ello, mostrándonos enseguida las secuencias del asesinato (conocido) de su hermana, del novio de ésta y del padrastro.

La segunda fase nos muestra a Michael en el psiquiátrico, y cómo sus ansias de matar hacen que su madre acabe suicidándose (sin pensar en su pequeña hija).

La tercera fase comienza con la fuga de Michael Myers y una sucesión sin fin de asesinatos, contándonos de nuevo lo ocurrido en la primera entrega de la saga.

Es de agradecer el esfuerzo de Rob Zombie por ser fiel al personaje, haciendo guiños casi constantemente a la película original (ese Mister Sandman), al mismo tiempo que intenta ser original. La película sigue completamente las premisas clásicas del cine de terror de los '80 (como, por ejemplo, sexo=muerte) y sin recrearse demasiado en el gore. De hecho, hay escenas que podrían ser mucho más desagradables de lo que son...

Sin embargo, creo que la película adolece de varios fallos gordos. En primer lugar, para conseguir que Michael Myers de miedo, han elegido a un actor gigantesco. Pero nadie parece darse cuenta de su enorme tamaño. También le muestran constantemente, incluso llegando a vislumbrársele el rostro (cosa que nunca ocurría en la original), aunque parcialmente tapado por el pelo largo. Y muchos de los personajes sufren del síindrome ésta me la sé, sabiendo las respuestas a preguntas no realizadas (claro síntoma de tener que contar en menos tiempo lo que en la película original se recrea en más metraje).

La película cumple con creces su objetivo de resucitar a un icono del cine de terror como es Michael Myers, aunque pierde en el proceso mucha de la frescura y originalidad del metraje original (como la máscara, que en este caso es siempre la misma, y en Halloween Michael cogía la cara de William Shatner en una tienda de disfraces ya de adulto).

Valoración:

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