viernes, 14 de noviembre de 2014

Los Nombres Muertos, una vuelta de tuerca a Lovecraft

Jesús Cañadas es el autor de esat novela que bebe, como el que más, de la mitología y la figura de Howard Phillips Lovecraft, y del misterio que le rodea. Ambientada en los años 30, es una novela que juega con la realidad del entorno de H.P. Lovecraft y su creación más famosa, el Necronomicón, y
con la ficción.

No es una novela de terror al uso, aunque tiene momentos bastante terroríficos. Tampoco es una novela pseudohistórica, puesto que quien conozca la biografía de los protagonistas verá que su vida no es exactamente como se la conoce. Podría decirse que es una novela de aventuras al estilo de Alejandro Dumas: hay personajes históricos, pero no se ciñe a la realidad -mundana- tal y como la conocemos.


Un resumen rápido del libro -intentando no destripar demasiado las sorpresas- nos presenta a Frank Belknap Long que es inducido a buscar un libro que él creía inventado por Lovecraft: el Necronomicón. Y claro, sólo Lovecraft puede decirle si el libro es ficticio -como cree él- o real -como creen muchos otros.

La búsqueda del Necronomicón les llevará por todo el mundo: Estados Unidos, Londres, Berlín, Portugal, Damasco... en el periodo de entreguerras. El grupo de aventureros está formado por Lovecraft y Long, al que se le van añadiendo otros conocidos del famoso -o infame- Círculo de Lovecraft: Robert E. Howard, Arthur Machen... Además, aparecen otros muchos famosos nombres de
la época, como Tolkien, Chaplin, Dalí, etc...

En cierta medida me recuerda a los libros de Sherlock Holmes escritos por Rodolfo Martínez: esa profusión de personajes históricos y ficticios, ese juego con lo histórico y lo inventado... pero sin la parte "sesuda" de las novelas de Martínez. Los Nombres Muertos bebe más del estilo de Lovecraft y
de Robert E. Howard (creador de Conan el Bárbaro), aunque actualizándolo a un público más moderno, sin la grandilocuencia y el uso de palabras rebuscadas del que hacía gala Lovecraft. Aunque Lovecraft habla con esa grandilocuencia en muchos momentos...

Con los Mitos de Cthulhu de fondo y el Necronomicón, su existencia o falta de ella como argumento principal, el libro se lee bastante rápido. Los personajes están muy bien caracterizados y, para alguien que conozca la figura de Lovecraft, Long o Howard no le resultará difícil imaginárselos en estas situaciones. El juego que se genera durante todo el libro con lo sobrenatural como algo real y como algo artificioso, un truco, hace que se mantenga la tensión y la credulidad o incredulidad del lector durante toda la novela. Además, la búsqueda del Necronomicón no es solo un McGuffin artificial, sino que tiene relevancia durante toda la novela: ¿será real? ¿será una invención de Lovecraft?

Hay que tener en cuenta que el autor se ha inspirado en las novelas "pulp" de la época, dando un carácter casi episódico a la novela. Cada vez que termina un clímax o una línea argumental, se nos presenta una nueva que invita a seguir leyendo.

Os invito a que os hagáis con una copia de esta novela, de un autor joven (más que yo.... sigh....) y que espero siga escribiendo.

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