Volvemos de nuevo a la productora de grandes películas malas por excelencia: The Asylum. Adelantándose a la magnífica Iron Sky (de la que ya hablaremos) nos presentan este esperpento basado en algunas leyendas urbanas. Podéis ver el (delirante) trailer aquí
Guión delirante
El guión es una locura. Una expedición científica se encuentra en la Antártida, aunque en un momento parece que están dando clases. Dos de sus miembros han desaparecido, y un grupo va en su busca. Encuentran una enorme grieta en el hielo y deciden bajar por ella... sin seguridad ninguna.
Tras un terrible descenso, llegan a una caverna que se abre... a un mundo subterráneo (sol incluido) con un clima tropical. A lo lejos se pueden ver unas construcciones, así que se van para allá, y caen prisioneros de los Nazis, liderados por Joseph Mengele (conocido como el ángel de la muerte de Auschwitz: ver más información aquí) que había fingido su muerte para retirarse a la base secreta debajo de la Antártida.
Allí ha proseguido (con relativo éxito) sus investigaciones para prolongar la vida. Así, arranca órganos a seres humanos para trasplantarlos a sus hombres, en concreto, la cara y la piel. El problema es que se pudren y necesita "recambios".
Pero la cosa va a más. Una de las chicas está embarazada... y el líquido de la médula espinal del feto es lo que necesitan para (redoble de tambores) resucitar a Adolf Hitler, al que le han creado un cuerpo biónico: ¡¡¡es Hitler-Transformer!!! (más de tres signos de exclamación en una frase es síntoma de locura).
Pero el despropósito no acaba aquí... Tras la resurrección de Hitler, los Nazis despegan con un OVNI y se dirigen a invadir las Malvinas. Si, como suena. El OVNINazi es derribado, pero RoboHitler sale de entre los restos, furioso y armado con un láser similar al de la Estrella de la Muerte.
Pero ahí están los héroes para enfrentarse a él, inyectarle un líquido que hace que pierda el control y se hunda en las gélidas aguas del Antártico... para, al final de los títulos de crédito, poder ver cómo un submarino encuentra la mano robótica... que todavía está viva.
Hay un momento, cuando sale RoboHitler, que uno de los supervivientes huye de Hitler corriendo, y el RoboHitler salta sobre él y lo parte en dos. El tío corre menos que yo (y eso que yo no corro) y da la impresión de estar haciendo footing, no huyendo por su vida. Además, toda la imagen parece salida de un montaje hecho en casa.
Luego tenemos a gente que cambia de opinión constantemente. La rubia "ahora me uno a los nazis ahora no" es un claro ejemplo, pero no el único.
Pero de repente, aparece RoboHitler, y la cosa empieza a ser delirante. RoboHitler avanzando con grandes zancadas detrás de sus enemigos, rayos láser, el OVNI con las esvásticas...
En definitiva, es una película completamente desquiciante. Viéndola parecen dos películas en una.
Allí ha proseguido (con relativo éxito) sus investigaciones para prolongar la vida. Así, arranca órganos a seres humanos para trasplantarlos a sus hombres, en concreto, la cara y la piel. El problema es que se pudren y necesita "recambios".
Entiéndeme... necesito una cara de recambio... y puede que algo de cerebro tampoco me venga mal. |
Pero el despropósito no acaba aquí... Tras la resurrección de Hitler, los Nazis despegan con un OVNI y se dirigen a invadir las Malvinas. Si, como suena. El OVNINazi es derribado, pero RoboHitler sale de entre los restos, furioso y armado con un láser similar al de la Estrella de la Muerte.
Desde esta poderosa nave espacial, con esvásticas, dominaremos el MUNDO |
Pero ahí están los héroes para enfrentarse a él, inyectarle un líquido que hace que pierda el control y se hunda en las gélidas aguas del Antártico... para, al final de los títulos de crédito, poder ver cómo un submarino encuentra la mano robótica... que todavía está viva.
Nunca conseguirán derrotar al Tercer Reich... o al Cuarto.. o al que sea. NO MIENTRAS EXISTA ASYLUM |
Actuaciones malas
La impresión que dan los actores es ser totalmente inconscientes de lo que están haciendo, como si no les importara lo más mínimo. Desde el actor que hace de Mengele, que declama sus líneas en un perfecto inglés y sin entonación ninguna, hasta el traidor del grupo, que tiene siempre una media sonrisa extraña, como si pensara que todo es una coña.
Hay un momento, cuando sale RoboHitler, que uno de los supervivientes huye de Hitler corriendo, y el RoboHitler salta sobre él y lo parte en dos. El tío corre menos que yo (y eso que yo no corro) y da la impresión de estar haciendo footing, no huyendo por su vida. Además, toda la imagen parece salida de un montaje hecho en casa.
Soy la Estrella de la Muerte NAZI. Temblad, Rebeldes. |
Luego tenemos a gente que cambia de opinión constantemente. La rubia "ahora me uno a los nazis ahora no" es un claro ejemplo, pero no el único.
Cambios de ritmo
Una cosa curiosa de esta película es que la primera hora no tiene absolutamente nada que ver ni en estilo ni en ritmo con la última media hora. Durante la primera hora, asistimos a una película de terror clásica, de científicos locos, de torturas y vejaciones. A uno le arrancan de cuajo la cara (de forma claramente imposible) para injertársela a un nazi, al que se le empieza a pudrir. A otra la violan (aunque no se ve demasiado) unos nazis medio zombis. Porque en esta peli los nazis no son zombis, sólo lo parecen. A otra le sacan líquido espinal para inyectárselo a un aparato...Pero de repente, aparece RoboHitler, y la cosa empieza a ser delirante. RoboHitler avanzando con grandes zancadas detrás de sus enemigos, rayos láser, el OVNI con las esvásticas...
En definitiva, es una película completamente desquiciante. Viéndola parecen dos películas en una.
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