La guerra es un infierno. Entre el ruido de las explosiones y de los disparos, es incapaz de prestar atención a su entorno. Mientras baja por las escaleras, oye el tableteo de las armas automáticas. Su escuadra está cerca, pero no puede verles.
El edificio parece vacío, pero sabe que hay insurgentes en el edificio. Al entrar en una habitación, ve a uno de ellos. Abre fuego, pero no apunta muy bien y los disparos van demasiado altos. El insurgente devuelve el juego, con mejor puntería...
- Es la tercera vez que te matan, papá - Mi hijo sostiene el mando. Él si ha acabado con los insurgentes, y me espera en el punto de control.
- Me tienes que recordar para qué se utilizaba la X -le respondo con una sonrisa forzada. Antes, se me daban bien estos juegos...
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